Baño con esponja para el recién nacido
¿Cuál es la mejor manera de mantener limpio a tu guagua? El baño de esponja puede ser una alternativa porque es una limpieza suave y agradable para tu pequeño.
Recomendado por expertos
Aquellos que están más actualizados dicen que los baños diarios no son necesarios, ya que podrían secar un poco su delicada piel. Bañar a tu recién nacido tres veces por semana está bien hasta que tu guagua tenga un año de edad.
5 pasos para el éxito al bañar a tu guagua
Elegir el momento. Algunas mamás prefieren la mañana cuando las guaguas están, generalmente, despiertas y con energía. Otras mamás eligen las noches como parte del ritual para calmarlos antes de ir a dormir.
Agarra todo lo que necesitarás antes de comenzar. Agarra una muda de ropa, un pañal limpio, un par de paños, otra toalla grande, un jabón suave para guaguas, y un tazón con agua tibia (no caliente). Prueba el agua con la parte interna de tu muñeca.
Mantén calentito a tu pequeño. Asegúrate de que la habitación está cálida antes de desvestir a tu guagua. Prepara un paño cálido y húmedo para cubrir las partes de la guagua que no vas a lavar en ese momento, de modo que esté cómodo.
Comienza con la parte superior. Comienza con la cara y la cabeza, con un trapo sin jabón, de modo que no metas pompas de jabón en sus ojos o boca. Presta especial atención al cuello y el área debajo del mentón. Luego con un poco de agua y jabón limpiale el resto del cuerpito, incluyendo los espacios entre los dedos de la mano y del pie, debajo de los brazos y detrás de las orejas donde se ensucian mucho. Limpia cuidadosamente alrededor del muñón umbilical y asegúrate de mantenerlo seco. Si por accidente mojas el cordón, sécalo delicadamente con una toalla suave. Limpia por último el área del pañal, ¡y siempre sostén la cabeza y el cuello de tu guagüita!
Proteger para que cicatrice. Si tu hijo ha tenido una circuncisión, lava su pene únicamente con agua hasta que cicatrice (generalmente alrededor de una semana o hasta 10 días luego de la operación). Si no tuvo circuncisión, solo lávalo como lo harías con las otras partes del cuerpo.
El plus: Envuélvelo. Termina secando a tu guagua con una toalla con capucha, coloca un pañal limpio y besa su pancita limpia y suave. ¡Listo con la limpieza!
No olvides cuidar su cordón umbilical, toma nota de esta información y de los mejores consejos. Descúbrelos aquí.
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