Visita pediátrica: control del bebé de 2 años
Esta visita probablemente será más agradable que la de los 18 meses porque tu niño de 2 años estará más interesado en todo el asunto. Es más fácil y llevadero para él si hablas con el doctor o enfermero que lo revisa.
En esta visita, el profesional probablemente:
pesará y medirá a tu bebé. Haz clic aquí para ver nuestra tabla de crecimiento.
Proporcionará información sobre el desarrollo físico y emocional de tu hijo.
Responderá las preguntas que puedas tener acerca de cómo sobrevivir a los "terribles 2 años".
Conversará sobre el entrenamiento para usar el baño, el preescolar, y el cuidado general del niño.
Lo que el profesional deseará saber
¿Tu bebé ha consultado a otro profesional desde la última visita? De ser así, ¿por qué? ¿Cuál fue el resultado de esa visita? ¿Se recetaron medicamentos o tratamientos?
¿Cuántas palabras sabe tu bebé? ¿Puede usar frases de dos palabras?
¿Te imita? ¿Juega con camiones o muñecas?
¿Puede patear una pelota? ¿Puede subir y bajar las escaleras con los dos pies o uno a la vez?
¿Es tímido cuando hay extraños, al menos, al principio?
¿Puede seguir un cuento y nombrar las imágenes en un libro?
¿Puede seguir una orden de dos pasos?
¿Hay antecedentes familiares de ataques cardiacos antes de los 50 años? De ser así, en este momento quizás se tengan que realizar algunas pruebas sobre el contenido de grasa de tu hijo.
¿Es extremadamente miedoso o tiene dificultades con otros niños?
Conversa
Aunque la mayoría de los niños de 2 años no están entrenados para usar el baño (no importa lo que diga tu madre o tu suegra), puede que tú ya hayas comenzado el proceso de entrenamiento. Ten en cuenta que no deberías apurarte en el entrenamiento para usar el baño. Generalmente, forzar la cuestión termina por frustrar a todos y no logrará dejar los pañales antes.
El cuidado dental es una gran preocupación a esta edad. Pide recomendación de alguien que trabaje bien con niños. Pregunta por el flúor.
Si te cuesta limitar la televisión o si te das cuenta de que la usas como niñera, pide ayuda. Los hábitos se forman ahora.
Si tu hijo es extremadamente miedoso o tiene dificultades con otros niños, pide consejo.
Los cambios importantes pueden estresar y afectar a tu niño. Si te vas a mudar, vas a tener un nuevo bebé, vas a regresar al trabajo o estás enfrentando una pérdida o una enfermedad grave, tu hijo se puede ver afectado. Tu médico también puede sugerir recursos para ti y tu familia como ayuda en la situación.
Hay muchos programas que te pueden ayudar a hacer frente a los desafíos que enfrentas con un niño en edad de crecimiento. Tu médico te puede ayudar a encontrar uno.
¡Habla sin reservas!
Tu inquieto niño probablemente se golpee las espinillas de las piernas y se golpee en la cabeza. Si tienes inquietudes sobre las lesiones de tu hijo, díselo de inmediato a tu médico. Podrá dar un vistazo a los golpes y moretones y te dirá si parecen ser producto de actividades normales.
Además, informa a tu médico si tu hijo:
No arma oraciones o frases de dos palabras.
No señala imágenes en libros y nombra al menos algunos de los objetos ilustrados.
No corre o está muy inestable sobre los pies.
No comprende órdenes de dos pasos, como "Busca tus zapatos y tráemelos".
No arroja ni patea pelotas.
No puede apilar más de dos bloques.
No sabe cómo hacer garabatos sobre papel con crayones grandes. La mayoría de los niños dibujan un círculo tosco a esta edad.
Aún tiene problemas para tragar alimentos.
No se le entiende ni se puede comunicar con extraños la mitad de las veces.
Generalmente es muy miedoso, o en situaciones particulares o con personas particulares.
Hace cosas que te parecen extrañas o inusuales.
Recuerda que cada niño se desarrolla y aprende a su propio ritmo, así que trata de no preocuparte. Conversa sobre las dudas con tu médico para asegurarte de que todo marcha bien con tu pequeño.
Sobre el contenido aquí publicado
La información de este artículo se basa en las recomendaciones de expertos que se encuentran en fuentes rigurosas: médicas, institucionales y/o gubernamentales. En ninguna circunstancia, el contenido de esta página debe reemplazar las sugerencias médicas y/o de especialistas. Es responsabilidad del lector siempre acudir a los profesionales para obtener orientación precisa. Para más información de nuestros lineamientos editoriales, consulta el apartado Ética Editorial de Pampers®.
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