22 meses de edad: La aventura imprevisible
A medida que tu pequeño llega a los 22 meses, puede volverse un poco mandón y mostrar cierta actitud. Es posible que te preguntes cómo y cuándo poner límites a su comportamiento, al tiempo que intentas fomentar cosas como los buenos hábitos alimenticios. Está bien que sientas que lo estás descubriendo sobre la marcha, al igual que tu pequeño. Este mes va a ser una aventura imprevisible para los dos, así que ¡agárrate!
Hitos del desarrollo infantil
Tu hijo va aprendiendo y creciendo a medida que pasan los meses, y es divertido animarle a medida que avanza en varios frentes. Cada niño se desarrolla según su propio calendario, pero puede que veas en tu bebé de 1 año 10 meses hacer algunas de las siguientes un poco antes o después:
Ponerse de puntillas. Alrededor de esta edad, tu pequeño puede ponerse de puntillas. Ten mucho cuidado de guardar las cosas, ya que puede utilizar esos centímetros de más para alcanzar los objetos de una mesa o estantería.
Sigue instrucciones sencillas. Ahora o en los próximos meses, tu hijo puede ser capaz de entender y seguir instrucciones sencillas que le des, como coger un juguete o sentarse.
Siéntate en la silla del director. No te sorprendas si tu hijo pequeño se pone un poco mandón, diciéndote qué papel tiene en las actividades conjuntas, e incluso dándote instrucciones sobre lo que tienes que hacer y cuándo.
Repite las palabras. Es posible que tu hijo te preste más atención de lo que crees. Puedes notar que tu hijo repite las palabras que te ha oído decir en las conversaciones, así que presta atención a lo que dices cerca de él.
Cómo apoyar el desarrollo de tu hijo de 22 meses
Hay muchas cosas que puedes hacer para apoyar el desarrollo del bebé mes a mes, pero para esto 22 meses de vida, te dejamos algunas estrategias que puedes probar:
Sé un animador. Anima a tu hijo respondiendo con entusiasmo a las nuevas habilidades que está dominando. Si respondes positivamente a su buen comportamiento y te fijas en sus logros, lo animarás a seguir aprendiendo.
Supervisa las exploraciones curiosas. Tu hijo de 22 meses es cada vez más móvil e independiente y quiere explorar su mundo. Aunque está empezando a aprender sobre la causa y el efecto, todavía no ha desarrollado el sentido común ni la capacidad de pensar en las cosas. Asegúrate de estar a su lado para supervisar su seguridad mientras explora.
Enséñale la seguridad en casa. Utiliza términos sencillos para explicar a tu curioso hijo la seguridad. Dile que no toque la cocina o la sartén porque están calientes, y que no se acerque a enchufes u objetos afilados. Si te pregunta por qué, intenta responderle brevemente: di que está caliente o que te hará daño.
Ten en cuenta que el hecho de explicarle estas cosas unas cuantas veces no significa que puedas relajar tu vigilancia, ya que él no capta del todo el concepto de las consecuencias y no sabe cómo mantenerse alejado del peligro.
Fomenta el aprendizaje a través del juego. El juego es la mejor manera de ayudar a tu hijo a aprender, así que ayúdale a ser creativo durante el tiempo de juego. Puedes proporcionarle juguetes que fomenten los juegos de fantasía, como los bloques y los juegos de cocina, o ayudarle a montar un fuerte con sábanas y unas cuantas sillas que puedan convertirse en un cohete o en una tienda de campaña. Trabajar en rompecabezas o hacer manualidades juntos también puede ayudar a estimular a tu pequeño.
Organiza citas para jugar. Jugar con otros niños ayuda a tu hijo en su desarrollo social y también le ofrece la oportunidad de hacer amigos. Lleva a tu hijo al parque local y deja que juegue con otros, únete a un grupo de juego o queda con amigos que tengan hijos de la misma edad para que jueguen juntos mientras se ponen al día tomando un café.
Leele a tu hijo que se desplaza. Aunque a muchos niños pequeños les encanta subirse al regazo y acurrucarse cuando llega la hora del cuento, a otros les cuesta más quedarse quietos durante todo un libro, o incluso durante unas pocas páginas. Si tu hijo de 22 meses es un manojo de energía, no pasa nada por dejarle de pie mientras lees.
Con el tiempo, su capacidad de atención aumentará, pero mientras tanto, lo mejor es elegir un libro más corto. Los niños prosperan con la repetición, que les ayuda a aprender, así que si tu hijo tiene un favorito que quiere escuchar una y otra vez, hazlo.
Horarios y menús para tu hijo de 22 meses
Tu hijo necesita una variedad de alimentos nutritivos para crecer y desarrollarse de forma saludable. Es posible que se le acabe el combustible rápidamente, por lo que es conveniente que las comidas y los tentempiés sean más frecuentes. La mayoría de los niños de 22 meses se las arreglan con 3 comidas y 2 tentempiés saludables al día.
No pasa nada si tu hijo se salta una comida o un tentempié aquí y allá, o si quiere comer más a veces. La clave es ofrecerle una selección de alimentos saludables y dejar que tu hijo elija lo que quiere comer. Te sorprenderá saber que, en el transcurso de unos días, la dieta de tu hijo se equilibrará de forma natural para garantizar que recibe los nutrientes que necesita.
Empezar con hábitos saludables a una edad temprana
La obesidad es una preocupación para personas de todas las edades, incluidos los niños. La buena noticia es que la formación de buenos hábitos y la realización de pequeños cambios en la infancia pueden ayudar a mantener a tu pequeño en un peso saludable y prevenir la obesidad más adelante. Ten en cuenta que es importante no crear una relación insana con la comida y al mismo tiempo fomentar una alimentación sana.
Aquí tienes algunas cosas que puedes hacer ahora para fomentar hábitos saludables:
Fomentar la actividad y el movimiento. Ayuda a tu hijo a moverse y a ser activo en la medida de lo posible. Los niños pequeños aprenden con el ejemplo, así que esfuérzate en llevar una vida activa tú también. Tú y tu hijo ueden disfrutar bailando al ritmo de una música divertida, jugando con una pelota o incluso corriendo y persiguiéndose, por ejemplo.
La Asociación Nacional para el Deporte y la Educación Física (NASPE) recomienda dedicar 30 minutos al día a juegos activos supervisados con tu pequeño, y 1 hora al día de juego libre.
Establece buenos hábitos alimenticios. Ofrece una variedad de alimentos saludables a horas adecuadas y deja que tu hijo decida cuándo está lleno y ha tenido suficiente. No intentes controlar lo que come insistiendo en que deje limpio su plato, por ejemplo, ya que esto puede afectar a la capacidad de autorregulación de tu pequeño.
Elige tentempiés nutritivos. Ofrécele tentempiés saludables, como fruta, lácteos bajos en grasa y alimentos integrales, en lugar de galletas y patatas fritas.
No dejes que se llene de dulces. Si tu pequeño no quiere comer su comida principal, no pasa nada, pero evita darle galletas o cualquier otro dulce después de rechazar su comida, ya que puede hacer que desarrolle un gusto por los alimentos de calorías vacías en lugar de los ricos en nutrientes.
Come en la mesa. Guarda los teléfonos, apaga la televisión y disfruta de una comida familiar en la mesa. Una comida familiar relajada y con conversación fomenta el vínculo y ayuda a desarrollar las habilidades comunicativas y la autoestima de tu hijo.
Si tienes alguna duda sobre cómo fomentar la actividad física y la alimentación saludable, acude con el médico de tu hijo para que te aconseje.
Cómo tratar el estreñimiento
Identificar el estreñimiento puede ser complicado, ya que los patrones de evacuación varían. Algunos hijos pueden pasar dos o tres días sin defecar y no estar estreñidos. Sin embargo, si observas alguno de los siguientes síntomas, puede tratarse de estreñimiento:
A tu pequeño le resulta incómodo o doloroso defecar
Después de unos días en los que tu hijo no ha defecado, las heces son grandes, duras y secas
Hay sangre en las heces de tu hijo o en su interior
Tu hijo se esfuerza durante más de 10 minutos pero no hace ninguna deposición
Si sospechas que tu hijo está estreñido, hay algunas cosas que pueden ayudarte:
Añade a su dieta alimentos ricos en fibra, como las ciruelas pasas, los albaricoques, las ciruelas, el brócoli, los cereales y panes integrales
Dale a tu pequeño más agua o zumo sin azúcar. Los zumos de frutas como el de manzana, pera o ciruela contienen un laxante natural, el sorbitol, que puede ayudar a aflojar las heces de tu hijo
Si tu hijo continua teniendo problemas de estreñimiento después de modificar su dieta, consulta con su médico, que puede recomendar o recetarle un ablandador de heces suave.
Horario de sueño para niños de 22 meses
Tu pequeño necesita entre 11 y 14 horas de sueño al día y, a los 22 meses, es posible que sólo duerma una siesta al día.
Los niños pequeños se desenvuelven mejor con una rutina, pero eso no significa que siempre se acueste o se duerma a su hora cada noche. Es posible que te resulte difícil acostarlo según lo previsto.
La hora de acostarse no siempre sale bien
El sueño de tu hijo es importante, pero como padre no debes preocuparte si las cosas no siempre van bien. Haz un esfuerzo por acostar a tu hijo a la misma hora todas las noches, pero no te preocupes si en ocasiones se retrasa más de lo previsto.
La vida es emocionante para tu hijo, y cosas como tener un invitado o un juguete nuevo pueden hacer que quiera quedarse despierto más allá de su hora habitual de acostarse. Mantener la excitación al mínimo en las horas previas a la cama y un baño relajante o un cuento antes de acostarse puede ayudarle a relajarse.
Si una noche se queda despierto hasta tarde, intenta retomar el camino la noche siguiente y ayúdale a volver a su horario y rutina habituales. A la larga, los retrasos ocasionales no supondrán ninguna diferencia.
Un día en la vida de tu hijo pequeño
Aunque se podría argumentar que no existe un día "típico" con un niño de 22 meses, a continuación te mostramos cómo puede ser un día normal en tu casa:
El bienestar de tu hijo: El desarrollo de la inteligencia emocional
Cuando tu hijo tiene alrededor de 22 meses, siente muchas emociones nuevas, pero puede no saber cómo expresarlas. Tu hijo aprende observando a todos los que le rodean, especialmente a sus padres. He aquí algunas estrategias para ayudar a tu pequeño a desarrollar su inteligencia emocional:
Destacar cuando alguien comparte. Cuando los adultos o los niños mayores de tu casa compartan, asegúrate de que tu hijo sea consciente de ello. Incluso puedes decirle que mamá está compartiendo su chocolate con papá, para que tu hijo de 22 meses empiece a entender el concepto de compartir y lo bueno que es hacerlo.
Expresar tus propias emociones. Tu hijo de 22 meses se fija en ti para aprender y puede copiar tu comportamiento. Puedes ayudar a tu pequeño a aprender a comunicar sus emociones explicándole tus sentimientos de forma constructiva. Por eso, si te sientes frustrado, en lugar de gritar, no dudes en compartir tus sentimientos de forma adecuada.
Por ejemplo, di "Papá está frustrado hoy" cuando estés atascado en el tráfico en lugar de golpear el volante. Esto ayuda a enseñarle a vocalizar sus propias emociones.
Premiar el buen comportamiento con atención. Cuando tu hijo haga algo que te guste, fíjate en ello y prestale toda tu atención. Reforzar su comportamiento positivo con tu atención y aprobación refuerza su autoestima y es la forma más productiva de fomentar el buen comportamiento en el futuro. Cuando se porte mal, intenta ignorar el mal comportamiento (siempre que le hayas impedido hacer algo inseguro) y préstale la mínima atención, lo que le ayudará a aprender que portarse mal no merece la pena.
PREGUNTAS FRECUENTES
¿Qué puede hacer un niño de 22 meses?
Puede que notes que es más curioso e independiente y que camina con más confianza. Puede que incluso sea capaz de decir más palabras, tal vez incluso un par de frases de dos palabras. Ten en cuenta que cada hijo es único y que no todos los niños de 22 meses alcanzan los mismos hitos al mismo tiempo.
¿Qué debe comer mi hijo de 22 meses?
Una dieta sana y equilibrada que incluya alimentos proteicos, lácteos, cereales integrales y una variedad de frutas y verduras es lo mejor para tu hijo en crecimiento. Intenta ofrecerle tres comidas y dos tentempiés saludables al día.
¿A qué hora debe acostarse mi hijo de 22 meses?
No existe una hora ideal para acostar a tu hijo. Fíjate en el momento en que tu hijo tiende a tener sueño y fija esa hora para acostarlo, respetando siempre ese horario.
¿Cómo puedo ayudar a mi hijo de 22 meses a hablar?
Habla con tu hijo a lo largo del día y fomenta las conversaciones escuchando lo que tiene que decir y respondiendo. Leer cuentos juntos y fomentar la participación de tu hijo pidiéndole que diga algunas de las palabras contigo también ayuda al desarrollo del lenguaje. Si tienes alguna duda, consulta con el médico de tu hijo.
Tu vida como padre: cómo manejar el mal comportamiento
Los niños pequeños tienen fama de ser unos pequeños terrores, especialmente cuando empiezan a aparecer las rabietas y otros tipos de comportamiento agresivo. Aquí tienes algunas ideas para ayudar a mantener a raya a los "terribles dos" que se avecinan y a frenar cualquier tendencia agresiva:
Comprende que los niños pequeños no pueden controlarse a sí mismos. A esta edad, los niños pequeños no tienen mucho autocontrol, y hay que ayudarles a aprender a no empujar, pegar, morder o patear cuando están enfadados. En su lugar, intenta animarles a "usar sus palabras" para expresar sus sentimientos.
Establece las normas de la casa. Crea algunas reglas sencillas para la casa y enséñaselas a tu pequeño. Si se salta las normas, sé firme y claro sobre lo que ha hecho mal. Ten en cuenta que enseñar las normas y hacer que se cumplan es algo que lleva tiempo.
Evita las amenazas. Es más eficaz "pillar" a tu pequeño portándose bien y reforzar el buen comportamiento con elogios. Si observas un mal comportamiento, trata de enseñarle una forma alternativa de comportarse en lugar de proferir amenazas.
Utiliza las distracciones. Evitar las malas elecciones o el mal comportamiento a esta edad suele consistir en presentar alternativas mejores. Por ejemplo, si ves que tu hijo coge algo que se puede romper, como un salero y un pimentero de cerámica, dale una alternativa, como una cuchara, para que la golpee.
Controla tu propio temperamento. Es fácil perder la calma y agotar la paciencia, pero es importante que vigiles tu propio comportamiento con tu hijo. Eres un modelo para tu pequeño. Si eres capaz de expresar tu enfado o tu frustración con calma, tu hijo aprenderá a hacer lo mismo.
En resumen
Apoya en todo proceso a tu guagua, supervisa sus actividades, ayúdale a aprender utilizando juegos y leele para que desarolle su lenguaje; recuerda fomentar actividades recreativas, muéstrale hábitos alimenticios nutritivos y apóyale en el desarrollo de su inteligencia emocional. No olvides siempre consultar a los epecialistas correspondientes.
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